viernes, 26 de noviembre de 2010

A juicio de los gatos, los hombres no somos más que muebles de sangre caliente. Jacquelyn Mitchard


 Odile de Schwilgué

1 comentario:

  1. Es curioso ponerse en la piel
    o en el pelo del gato.
    ellos también nos juzgan, seguro

    ResponderEliminar